
Innovar es el nuevo mantra de este tiempo. Nos referimos a innovación a un cambio que introduce alguna novedad o varias. Cuando alguien innova queremos decir que aplica nuevas ideas, productos, servicios, conceptos, y prácticas a una determinada cuestión, actividad o negocio, con la intención de incrementar la productividad. En lo esencial lo que se innova es porque aporta un valor mediante un cambio que puede ser de carácter técnico, organizativo, estructural, legislativo etc.
Pero asistimos a un fenómeno de utilización del concepto que nos introduce elementos que confunden más que aclaran, y que sobre todo nos ayuda perdernos en los caminos de la innovación por rutas complicadas y difíciles. Voy a intentar definir algunos de estos problemas que a modo rápido encontramos cuando leemos o trabajamos con este concepto:
- Cuando innovar se nutre de un aroma de adanismo: hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente o sin tener en cuenta los progresos que se han realizado ya. Suele ser un efecto bastante frecuente y no se trata más que de saber intentos anteriores o relacionados con lo que se pretende innovar. El adanismo reconoce falsos problemas para aplicarles soluciones, en muchos casos, ya realizadas. El concepto de innovación bajo una perspectiva adanista encaja todo lo que etiquetemos (ante un concepto en el que existe un vacío de conocimientos y desarrollos teóricos. Desde esta perspectiva la innovación, los proyectos de innovación trnaisten por proyectos y situaciones con carácter repetitivo.
- Cuando innovar es cambiar el nombre de las cosas para hacer creer que todo es nuevo. Es otra situación frecuente, Cuando se sustituye una palabra por otra para que la cosa parezca nueva. Es cierto que esto se produce por ese fenómeno que llamamos bricolage cultural que tiende a renombrar las cosas para decir lo mismo, por ejemplo ¿cuando hablamos de animación sociocultural nos referimos a dinamización sociocomunitaria? o ¿a educación social?. Al final vamos trasladando el significado de un concepto a otro. Claro que alquino dirá que esa es otra forma de innovación, en este caso por agregación o adición.
- Cuando repetir las cosas parece que es suficiente: la profecía autocumplida o el denominado efecto pigmalión por el que una expectativa o premisa falsa acerca de una situación repercute en la conducta, lo que conduce a que dicha predicción termine por hacerse real. Todos hemos tenido oportunidad de leer textos que hablan de innovación sin definir su alcance, interpretando elementos y asociándolos al concepto. De la innovación hemos construido muchas veces una creencia se define como una premisa o afirmación que influye sobre nuestra conducta y nuestro pensamiento, aunque no haya pruebas que confirmen su veracidad,
Estos son solo unas notas de urgencia, una aproximación al concepto de innovación. Pero claro cuando se habla de una cultura de la innovación en la empresa ¿que qué estaremos hablando? necesitamos una reflexión sobre los conceptos que iluminen bien nuestras estrategias y planes de acción. Y la innovación dejará de ser cambiar el color de la corbata.